El primer robot colaborativo creado por Universal Robots nació hace 10 años y fue un cobot con forma de brazo robótico articulado. Pero, ¿qué ventajas ofrece un cobot exactamente? En este artículo te explicamos todo lo que necesitas saber sobre los beneficios y ventajas que aportan a los procesos industriales en los que participan.
Ventajas de los robots colaborativos
Según un estudio realizado en 2016 por investigadores del prestigioso MIT (Instituto Tecnológico de Massachusetts), la colaboración entre humanos y robots es un 85% más productiva que la de una persona o un robot trabajando por separado. Además, se estima que solo el 10% de los trabajos son totalmente automatizables.
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Además, los robots colaborativos ponen a las personas a la cabeza del proceso creativo ya que permiten la automatización de las tareas repetitivas y tediosas que no se pueden automatizar con robots tradicionales. El robot colaborativo hace el papel de asistente del trabajador. Pero analicemos punto por punto las ventajas de los robots colaborativos:
Los robots colaborativos son versátiles
En teoría un robot colaborativo puede tener distintas formas en cuanto a diseño dependiendo de la función que vaya a realizar. La forma más común de un cobot es la de un brazo articulado, capaz de atornillar, lijar, coger objetos, pegar o soldar, entre otras.
Sin duda, la versatilidad es una de las mayores fortalezas de los robots colaborativos ya que son capaces de realizar una gran variedad de tareas que, para las personas, son demasiado agotadoras, difíciles, peligrosas o incómodas.
Su sencilla programación, que no requiere de conocimientos avanzados, permite que el cobot pueda realizar las aplicaciones más frecuentes en la industria con una gran precisión: pick and place, atornillado, montaje, paletizado o CNC, entre otras.
Por oposición, cuando los robots industriales tradicionales (no colaborativos) han de hacer nuevas tareas con diferentes desplazamientos, requieren de un proceso complejo de reprogramación.
Los cobots y las tareas potencialmente peligrosas
En ocasiones, las tareas de las que se encarga un cobot pueden ser tareas que pongan en peligro al personal de nuestra empresa. Por ejemplo, en Reino Unido, entre 2015 y 2016, se estima que se han perdido alrededor de 8 millones de días laborables debido a lesiones óseas o musculares relacionadas con el trabajo.
Por estos motivos, cada vez se emplean más los cobots para realizar tareas en sectores como la construcción, la industria automotriz, la conducción o incluso en sanidad (destinados a la asistencia de personas mayores, la manipulación de sustancias tóxicas u operaciones en las que se requiera una alta precisión).
Además, también están empezando a utilizarse en sectores a priori menos esperados, como los del espectáculo o de las artes.
Rentabilidad de los robots colaborativos
La creciente popularidad de los robots colaborativos para la automatización de procesos no procede exclusivamente de sus capacidades, sino que también se debe a que es un producto competitivo, al que podrán acceder incluso las pequeñas y medianas empresas. El promedio de su ROI es inferior a un año, permitiendo a muchas empresas de diferentes sectores obtener rentabilidad desde el primer momento.
Manejo e instalación de robots colaborativos
Como hemos explicado anteriormente, la programación del cobot es muy sencilla y no requiere la intervención de un especialista. Las funciones más simples pueden requerir tan sólo unas pocas horas de programación.
Además, la Universal Robots Academy, formación online gratuita que permite aprovechar al máximo las capacidades de un robot colaborativo, elimina las barreras de la automatización, ofreciendo conocimientos básicos para que cada vez más personas puedan tener acceso a un robot colaborativo independientemente de su experiencia previa en el manejo de robots.
Por esto, el robot colaborativo se convierte en un compañero perfecto: le liberará de una gran cantidad de tiempo que podrá emplear en otras tareas de valor.
Los cobots nos aportan seguridad
Para finalizar, debemos hablar sobre la seguridad que los robots colaborativos aportan a los procesos industriales. A diferencia de los robots industriales tradicionales, no necesitan vallado de seguridad, ya que están preparados para trabajar junto a los operarios en los entornos de producción.
Los cobots están programados para detenerse en el momento en el que entran en contacto. Basta con que el contacto sea mínimo para que el cobot se detenga y deje de realizar la función para la que ha sido programado. La instalación de un cobot en una fábrica, al igual que cualquier otro tipo de maquinaría, está sujeto a un análisis de riesgos.
Además, los robots colaborativos cumplen con los estándares actuales de seguridad. Esto hace que sean mucho más fáciles de implementar en una fábrica que los robots tradicionales.
Marco legal y perspectivas de futuro de los cobots
Hay personas que temen, por supuesto, las consecuencias que puede traer el desarrollo de las nuevas tecnologías. Conscientes de la envergadura del caso, los especialistas de robótica colaborativa prefieren adoptar una actitud pragmática hacia las normas que regulan el sector, como la ISO TS 15066 o ISO 10208-1.
La seguridad de los usuarios y la credibilidad pública son dos aspectos a tener en cuenta y que enmarcan una robótica tradicionalista, pero estas reglas no siempre se adaptan a las nuevas utilidades de un robot. Es necesario que se establezcan estándares adaptados a los robots colaborativos cuanto antes, con el fin de controlar su desarrollo sin ralentizarlo.
Porque el hombre siempre ha usado la tecnología para lograr sus fines, para mejorar su existencia o simplemente para expresarse artísticamente. No debemos rechazar la tecnología robótica por el simple hecho de prevenir, sino que debemos aceptarla y desarrollarla. El futuro será de los cobots y esta oportunidad es demasiado buena como para desperdiciarla.