3. Mejora en la toma de decisiones
La automatización y las máquinas inteligentes dan mayor poder a los trabajadores, ya que estos son los encargados de manejarlas y usarlas a su favor.
En industrias como la del metal, en la que los procesos de producción son complejos y costosos, la integración de un robot industrial da acceso a datos y analíticas que se convierten en información de gran valor para los operarios.
Esta información permite conocer puntos de mejora fáciles de solventar, gracias a que la robótica colaborativa destaca por su flexibilidad, adaptabilidad a cualquier entorno de trabajo y fácil configuración.
4. Precisión y calidad
Es lo que un robot industrial puede conseguir cuando forma parte de la línea de montaje. Por un lado, los robots colaborativos son una herramienta automatizada con una velocidad de ejecución muy eficiente, capaz de trabajar a una precisión constante de 0.03 mm.
Por otro lado, un robot industrial colaborativo trabaja de forma uniforme y siguiendo los parámetros con los que ha sido configurado sin margen de error, así que la calidad del producto acabado aumenta, mientras se reducen notablemente los artículos con desperfectos o que no se pueden comercializar.
5. La mejor opción para el ensamblado de piezas
Las tareas de pegado, dispensado y soldadura de piezas se encuentran entre las más complejas en la industria del metal y mecanizado. En ellas reside gran parte del éxito de la línea de producción.
La ejecución de estas tareas por parte de un robot industrial aporta dos grandes ventajas: en primer lugar, es una máquina automatizada la que se encarga de realizar las tareas peligrosas y lesivas para el operario, por lo que mejora la seguridad del entorno de trabajo. En segundo lugar, hay una mayor eficiencia de los procesos de ensamblado porque aumenta la velocidad de trabajo, la uniformidad del acabado y el manejo óptimo de piezas complejas, lo que ayuda a reducir el desperdicio de materiales. Sin olvidar que un solo robot industrial puede, por ejemplo, ejecutar diferentes tipos de soldadura sin necesidad de parar, y reconocer piezas y materiales para realizar el trabajo exacto para el que se ha configurado.
Con un robot industrial que trabaja de forma uniforme, precisa y superando los obstáculos a los que se enfrenta un operario por la complejidad del material y la tarea, la línea de montaje no sufre interrupciones y los datos que genera permiten detectar posibles deficiencias en la cadena.