Casi veinte años después de que los primeros robots colaborativos (cobots) llegaran al mercado, los usuarios finales están pilotando la próxima era de la automatización a través de productos desarrollados a partir de su feedback.
Cuando Universal Robots (UR) empezó a fabricar cobots, muy poca gente creía que un robot podía ser lo suficientemente versátil, intuitivo, seguro y asequible para casi cualquier uso y empresa. Incluso ahora hay escépticos. Pero, año tras año, la tecnología de la automatización colaborativa se vuelve más sofisticada y, al mismo tiempo, fácil de usar. ¿Qué está provocando este progreso continuo? El desarrollo de productos orientado al cliente.
Usuarios finales, los mejores jueces para una tecnología
Los actuales usuarios de cobots se encuentran en un contexto de innovación y conocen casos de éxito sobre lo que otras empresas han logrado al recurrir a la automatización. Muchos de ellos ya son usuarios experimentados. Incluso aquellos que son nuevos en esta tecnología comprenden las necesidades de su negocio mejor que nadie y pueden ofrecer información valiosa sobre sus requisitos a los proveedores de automatización. Los clientes tienen muchas ideas sobre lo que la automatización puede hacer por ellos y pueden identificar las mejoras que podrían marcar la diferencia en su forma de trabajar.
Enfocarse en generar valor para el usuario final es una filosofía que abarca todos los niveles de Universal Robots y a todos los departamentos, y está ayudándonos a movernos más rápidamente para satisfacer las necesidades en continua evolución de nuestros clientes.
Conceptualizando robots con la participación de los clientes
Lars Agerlin, vicepresidente de investigación y desarrollo, señala que la evolución de los equipos que crean los productos de UR son un claro ejemplo de este enfoque. “Para incluir la voz del cliente en el proceso de desarrollo de productos, hemos reorganizado el equipo para que se sienta empoderado”, explica Lars. Así, el equipo ahonda en los desafíos de los clientes para crear un vínculo directo entre aquello que necesitan resolver y la mejor manera de conseguirlo. “Nuestro equipo de ingenieros habla con los clientes a lo largo de todo el proceso de desarrollo, mostrándoles cada nuevo paso y recibiendo sus comentarios”, añade Lars.
El año pasado, por ejemplo, el equipo de creación de productos colaboró con los clientes para analizar en profundidad ciertos segmentos de mercado que tenían necesidades similares en el uso de la robótica en cuanto a limpieza. Necesidades como mantener las partículas contaminantes fuera del robot o fabricar un robot que pudiera limpiarse a fondo para entornos de fabricación con requisitos estrictos, por ejemplo, alimentación, farmacia, medicina y producción de semiconductores. Al centrarse en los problemas de los clientes, dieron con un concepto de robot “limpio” en seis meses. Pero la participación de los clientes no terminó ahí: el concepto se presentó en las ferias de Automate (EEUU) y Analytica (Alemania) durante 2022, donde este proyecto de codesarrollo despertó reacciones muy favorables.
Si quieres más información sobre este nuevo enfoque, te recomendamos que escuches a Kasper Kreiberg Andersen, gerente del programa de innovación de UR, en nuestra mesa redonda "Redefining Automation".
“Presentamos el concepto de robot en los grandes eventos internacionales para obtener lo más pronto posible el feedback de los clientes interesados, y no nos decepcionó”, dice Lars. “Recibimos comentarios inmediatos de docenas de clientes tanto de las industrias previstas como de otros sectores que no habíamos considerado. Algunos eran clientes potenciales que estaban ansiosos por explicar por qué querían usar cobots pero no podían, y hablar de cómo solucionarlo”.
Lars señala que este enfoque es fundamental para los nuevos procesos de UR basados en la agilidad. “Necesitamos poder adaptarnos mientras avanzamos y cambiar los planes a medida que recibimos datos y comentarios”, afirma. “Bajo un enfoque de desarrollo en cascada, establecíamos unos requisitos y pasábamos dos años siguiéndolos. Ahora avanzamos en paralelo a los requisitos para lanzar continuamente productos y actualizaciones que estén en sintonía con las necesidades del cliente. Ya no somos una caja negra”.
Una forma de automatizar más sencilla que nunca
Aunque esta forma de trabajar puede dar lugar a modelos de cobots específicos para satisfacer necesidades concretas, los equipos de Lars también están analizando cómo lograr que los robots sean más fáciles de usar en los procesos ya existentes. “Cuanto más fácil es, más rápido es el tiempo de implementación y más rápido los clientes pueden empezar a trabajar con sus aplicaciones”, considera Lars. Eso es cierto no solo para usuarios finales, sino también para los partners de nuestro ecosistema, quienes ayudan a que el viaje sea más sencillo para los clientes.
En IMTS 2022, UR mostró las posibilidades del software PolyScope X para mejorarlo a través del feedback de clientes y partners. Gracias a las aportaciones recibidas, PolyScope X facilitará que todos los talleres de máquinas CNC, especialmente aquellos con un bajo volumen y una alta variedad de referencias, obtengan programas personalizados y reconfigurables. Estos no requerirán programación y ofrecerán tiempos de cambio de 10 minutos como máximo. En aplicaciones habituales como la alimentación de máquinas, PolyScope X podrá ayudar a los clientes a empezar a producir con el cobot en ocho horas o menos.
PolyScope X otorga a los integradores, fabricantes de equipos originales y partners UR+ una caja de herramientas más completa para crear soluciones personalizadas para sus clientes. Los partners podrán crear sus propias plantillas y módulos de programa. Tendrán más capacidad para crear interfaces totalmente configurables para sus soluciones llave en mano. En definitiva, podrán ayudar mejor a sus clientes y afrontar cualquier cambio en su producción sin tener que reprogramar.
Diseño de productos centrado en crear valor
La filosofía del diseño orientado al cliente no es nueva, aunque es poco común en la automatización. En UR, queremos llevar el concepto aún más lejos, enfocándonos en un diseño que tenga en cuenta los aspectos más valiosos para nuestros clientes.
Fabio Montagna, vicepresidente de gestión de productos y soluciones de UR, nos explica el concepto. “Si le preguntas a los clientes qué quieren, te responderán que lo quieren todo y que lo quieren ahora. La clave está en encontrar lo que realmente necesitan y comprender el valor que se desbloquea al atender cada necesidad. Tenemos que entender qué es lo que más les importa, ¡y empezar por eso!”.
Este enfoque es especialmente importante en mercados relativamente nuevos como la robótica colaborativa, donde es posible que los usuarios no sepan con exactitud qué necesitan. Fabio apunta: “Operamos en un mercado en rápida evolución y con multitud de ideas y oportunidades. Es importante que despleguemos nuestros recursos en lo más prioritario, resolviendo los problemas de los clientes que más valor pueden desencadenar, y fomentando que sus negocios crezcan y prosperen. Si ellos tienen éxito, nosotros también”.
Para que esta optimización de los esfuerzos se produzca, el primer paso es escuchar (al mercado, a los clientes, a los analistas, etc.) y el segundo, trabajar en colaboración. “El diseño centrado en lo que aporta más valor al cliente solo ocurre cuando hay armonía, como en una orquesta”, opina Fabio. “Si el trombón va por un lado y el oboe por otro, no funcionará. Para crear valor para el cliente, debemos escucharnos y explorar si vamos todos en la misma dirección. Es un esfuerzo espectacular que va más allá de la simple creación de productos y que implica a todas las personas que conocen al cliente”.
Este proceso ocurre a medida que la empresa madura y a través del liderazgo y el apoyo adecuados. “UR tuvo que pasar por todas las etapas anteriores antes de llegar a este punto, en el que ya estamos listos”, señala Fabio. “Kim Povlsen, presidente de UR, es el mayor defensor de esta filosofía, y nuestra empresa matriz, Teradyne, está totalmente alineada”. El cambio es estimulante y estamos contratando a gente para hacerlo realidad. Al mismo tiempo, los empleados existentes se están empoderando para detectar problemas y resolverlos de maneras innovadoras.
“Estamos aquí para garantizar que las personas trabajen con robots y no como robots”, afirman Lars y Fabio. Eso sitúa a las personas en el centro de cualquier decisión relacionada con el diseño a fin de que los cobots UR sigan siendo los robots con los que la gente quiere trabajar. “Esa es la grandeza de un modelo empoderado”, considera Fabio. “Las decisiones las toman las personas más cercanas a los clientes”.