El último año ha sido desconcertante para el sector de la automoción: cuando la industria se encontraba a las puertas de las que probablemente sean las transformaciones de mayor calado de su historia, la pandemia global impuso una desaceleración de la actividad. Así lo indican los datos: en 2020, las ventas de automóviles cayeron un 32,3 % en España, según Anfac, Faconauto y Ganvam, quienes representan a los fabricantes, concesionarios y vendedores de automóviles.
La COVID-19 supuso una tormenta perfecta: paralizó la actividad en algunos períodos, tensó las cadenas de suministro, provocó el cierre de los comercios y colmó de incertidumbre a las empresas y los consumidores.
Podríamos decir que en 2020 el sector se vio obligado a parar para repostar. Pero, ya con el depósito lleno y una mejora de las perspectivas para los próximos meses, vuelven a aflorar los retos de una industria que es vital para la economía española, ya que representa el 11 % del PIB.
Y es que España es el segundo fabricante de vehículos de Europa y el noveno a escala mundial. De acuerdo con las cifras de SERNAUTO, la Asociación Española de Proveedores de Automoción, nuestro país alberga 17 factorías de fabricación de vehículos y más de 1.000 empresas fabricantes de equipos y componentes. Asimismo, da empleo a cerca de 365.000 personas, sin contar los puestos de trabajo indirectos.
Prueba de que España es competitiva y fiable en la fabricación de automóviles es que el 82 % de los vehículos fabricados en 2019 se destinaron a la exportación, según el Instituto Español de Comercio Exterior (ICEX).
La gran pregunta que se hace el sector ahora es: ¿cómo seguir siendo competitivo ante el nuevo paradigma de la automoción? Si quieres profundizar en esta cuestión, te recomendamos que descargues gratuitamente el white paper “Oportunidades para la reconversión de la industria española del automóvil”.
Prepararse para la oportunidad del vehículo eléctrico
“Indiscutiblemente, el vehículo eléctrico formará parte de nuestro ecosistema, y el tejido empresarial tiene que prepararse a nivel de maquinaria y de formación para acoger este tipo de proyectos”, afirmó Josep Nadal, gerente del Clúster de la Industria de Automoción de Cataluña, en la mesa redonda sobre la industria de la automoción que organizó Universal Robots.
En este sentido, se estima que entre un 25 y un 35 % de los automóviles que se vendan en 2025 serán enchufables o híbridos.
Otros retos que la industria tendrá que afrontar serán el contexto de incertidumbre que nos ha dejado el 2020, la conectividad de los vehículos, los modelos de negocio emergentes como el car sharing, que replantean el concepto de propiedad, los incentivos para fomentar el consumo y la I+D y, claro está, la automatización.
Tendencias de la robótica colaborativa en automoción
Una muestra de este último punto lo encontramos en la planta de Ford Valencia, que en 2016 instaló su primer robot colaborativo para tareas de pick and place de bujías de motores y a finales de 2021 prevé contar ya con 45 equipos.
Según detalló Daniel Llin Terol, New Technologies Engineer de Ford, en la mesa redonda, estas son las tendencias de la robótica colaborativa que están transformando la forma de fabricar coches:
- Brazos robóticos embarcados en plataformas móviles para lograr una mayor flexibilidad y poder atender diferentes puntos de la planta de producción.
- Instalaciones 100 % colaborativas para intensificar la interacción entre empleados y robots.
- Mantenimiento predictivo de los cobots gracias a la inteligencia artificial.
- Capacidad de los cobots para tomar decisiones de forma autónoma, gracias al machine learning.
- Brazos robóticos equipados con sistemas de visión en 3D para que se encarguen de la inspección de calidad y de aplicaciones de bin picking con las que recoger piezas a granel.
- Impresión 3D para fabricar accesorios de cobots ad hoc con un menor peso y una seguridad reforzada.
Esta diversidad de posibilidades que ofrece la automatización colaborativa está modificando el rol de los operarios. “Los operarios del siglo XXI no se encargarán de mover una pieza de un sitio a otro, sino que trabajarán en las plantas para mejorar la productividad, la competitividad y la flexibilidad”, considera Jordi Pelegrí, director general de Universal Robots en España y Portugal.
En este sentido, la formación en automatización será el puente que permitirá a los empleados de la industria tradicional recalificarse y otorgar un valor renovado a sus conocimientos y habilidades, convirtiéndose en la piedra angular de la industria conectada.
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