LA SOLUCIÓN
La respuesta se encuentra en la simulación. De hecho, el uso de simuladores avanzados es uno de los rasgos distintivos de M&C Aplicaciones, y resulta determinante para asegurar el éxito de las instalaciones, reducir imprevistos y acortar el tiempo de la puesta en marcha. Perteneciente al grupo Global Solutions Industry 4.0, la ingeniería es firme defensora de virtualizar las instalaciones a la hora de desplegar una estrategia de transformación digital que abarque desde la automatización y recogida de datos hasta la implantación de sistemas de gestión de producción. Por consiguiente, M&C Aplicaciones programó desde casa los robots, la pantalla táctil, los sensores y el resto de los elementos de la instalación a través de varias herramientas entre las que se encuentra el simulador de Universal Robots.
Mientras tanto, su cliente se encargó de los elementos mecánicos y eléctricos en planta: diseñó y fabricó los dedos de la pinza a través de una empresa suya, compró el alimentador-vibrador de piezas, mandó fabricar la estructura de sujeción del robot y de las bandejas, fabricó internamente una caja de conexiones e hizo la implementación con personal propio. La instalación la llevó a cabo su propia plantilla a ratos libres y a medida que iban recibiendo componentes.
Para Jabier Patiño, Sales Manager en M&C Aplicaciones, esta colaboración y proactividad del cliente haciéndose corresponsable del proyecto “no solo supone un ahorro de costes, sino también una optimización de tiempo y recursos, ya que el cliente conoce perfectamente sus necesidades”. Además, Patiño subraya que esta modalidad evita a la empresa tener que compartir diseños confidenciales, como los planos de la pieza.
Asimismo, “en algunos proyectos hay detalles y excepciones que el cliente no comparte porque no los estima importantes, pero son aspectos que pueden afectar al funcionamiento final de la instalación. Cuando el cliente realiza internamente el diseño y la instalación, tiene en cuenta estas particularidades, con lo que evita retrasos más tarde”, añade.
En la aplicación resultante, los cobots se comunican con una pantalla táctil controlada por el operario y recogen señales tanto de los sensores como del centro de mecanizado. Gracias a ello, los brazos robóticos son capaces de recoger en un punto fijo las piezas, que vienen de un vibrador, colocarlas en el plato giratorio del centro de mecanizado y retirarlas a dos bandejas de salida, a una bandeja de piezas NOK o a una bandeja de piezas para control de calidad. A través de la pantalla digital, el operario también puede ordenar que el robot separe una muestra de piezas para un control de calidad posterior.
Gracias al simulador, M&C Aplicaciones pudo replicar las pruebas del sistema de forma virtual y depurar su funcionamiento antes de la puesta en marcha. Por consiguiente, el proceso definitivo de puesta en marcha se minimizó a solo dos días, que se emplearon en su mayor parte en probar las señales de campo y ajustar puntos.
“Mediante una colaboración adecuada cliente-integrador y el uso de las últimas tecnologías de simulación, el sistema instalado funcionó con éxito, tal y como se había previsto en la simulación: con un tiempo de puesta en marcha corto y la ausencia de imprevistos”, declara Jabier Patiño.