Uno de los principales desafíos que enfrentan los fabricantes hoy en día sigue siendo su incapacidad para cubrir las vacantes disponibles, lo que afecta la productividad y el crecimiento general. Informes y encuestas recientes han confirmado que encontrar trabajadores calificados sigue siendo un desafío prioritario para los ejecutivos del sector manufacturero.
La situación no parece mejorar en el corto plazo, y el estudio más reciente sobre la brecha de habilidades realizado por Deloitte y el Manufacturing Institute proyecta que más de la mitad de los 4.6 millones de empleos de manufactura que se crearán en la próxima década quedarán sin cubrir.
Además de este desafío, los empleadores en la industria manufacturera enfrentan costos inmensos asociados con lesiones en el lugar de trabajo. En 2018, más de 115,500 trabajadores de manufactura y 17,000 empleados de almacenes perdieron días laborales debido a lesiones, lo que ocasionó costos tanto directos como indirectos, siendo estos últimos hasta 20 veces mayores que los costos directos.
Más de 104 millones de días laborales se perdieron debido a lesiones y fatalidades en el lugar de trabajo en 2017. A esto se suman los $95 mil millones que las empresas estadounidenses pagan anualmente en seguros de compensación para trabajadores. Reduciendo estas cifras nacionales a un incidente individual, el Consejo Nacional de Seguridad (NSC) estima que el costo promedio directo e indirecto de una lesión laboral fue de $39,000 en 2017, y el costo promedio de una fatalidad relacionada con el trabajo asciende a $1.15 millones. Estas cifras llevan a una conclusión clara: en medio de una escasez de mano de obra que limita la disponibilidad de trabajadores calificados, las lesiones en el trabajo imponen una carga significativa tanto financiera como operativamente en los fabricantes.
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UNA SOLUCIÓN COMPROBADA: AUTOMATIZACIÓN
Una solución bien documentada para reducir la brecha laboral en la manufactura y alejar a los trabajadores de empleos sucios, peligrosos y monótonos es el uso de la automatización, incluyendo robots y cobots.
AUTOMATIZACIÓN: LA SOLUCIÓN SEGURA
Los robots colaborativos, o cobots, trabajan junto con los humanos sin representar riesgos inaceptables de lesiones. Los cobots tienden a operar de manera más similar a los humanos, trabajando a un ritmo humano y con capacidad de carga útil comparable a la de un trabajador humano.
En contraste, los robots industriales, que son más grandes, pesados y operan a velocidades más altas, representan una amenaza significativa para los trabajadores no protegidos, lo que requiere medidas de seguridad como cercas. Por lo tanto, los cobots ofrecen una forma de proteger a más trabajadores en aplicaciones que antes estaban fuera del alcance de un robot tradicional o equipos de producción.
Etalex, un fabricante canadiense de sistemas de estanterías, no tenía espacio para instalar protecciones de seguridad frente a una prensa plegadora y necesitaba un robot flexible y fácil de usar que pudiera manejar de manera segura tareas de pick and place en una zona de alto tránsito. El robot UR10 estuvo a la altura del desafío.
Richard Clive, operador de máquinas en Etalex, destaca cómo el UR10 ha hecho que el lugar de trabajo sea “100% más seguro.” “Antes, tenías que acercar las manos a la prensa plegadora. Siempre existía la posibilidad de que ocurriera un accidente en cualquier momento. Pero con los robots de Universal Robots, no hay posibilidad de que alguien se lesione.”
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A diferencia de los robots tradicionales que requieren programación a nivel de ingeniería, los cobots están diseñados para facilitar la programación a través de interfaces hombre-máquina (HMI) familiares para cualquiera que haya utilizado un smartphone.
Al eliminar la necesidad de una formación formal en programación o robótica, estas interfaces y capacidades reducen significativamente la brecha de habilidades y la curva de aprendizaje para el uso de cobots. Esto también disminuye en gran medida el tiempo, esfuerzo y costo asociados con el uso del mismo cobot para diversas tareas, ya que la flexibilidad del cobot se traduce en un retorno de inversión (ROI) mucho más rápido.
El rápido ROI se logra gracias a la capacidad de los cobots de liberar tiempo de los trabajadores, permitiéndoles enfocarse en procesos de mayor productividad y, en última instancia, adquirir nuevas habilidades para la era moderna de la manufactura.
Además de esto, los cobots no llegan cansados ni enfermos al trabajo; siempre hacen lo que se les pide sin quejas, incluyendo realizar cada verificación de seguridad; y no se ven afectados por tareas repetitivas y potencialmente peligrosas, como el abastecimiento de máquinas, soldadura y ensamblaje. Al combinar las mejoras en productividad y calidad con lugares de trabajo más seguros, los cobots serán una pieza clave en la solución a la brecha laboral en la manufactura, tanto hoy como en el futuro.