En este artículo, explicamos cómo aplicar estrategias y políticas ecológicas en las fábricas para desarrollar soluciones de robótica sostenible basadas en las tendencias para las próximas décadas en la manufactura.
Sigue leyendo para descubrir:
- ¿Qué es la sostenibilidad?
- El impacto de la robótica industrial tradicional en la sostenibilidad.
- ¿Cómo puede la robótica hacer el mundo más sostenible?
- La robótica colaborativa como parte de la industria sostenible.
¿Qué es la sostenibilidad?
La sostenibilidad puede significar muchas cosas para las personas. El término abarca cambio climático, biodiversidad, viabilidad socioeconómica y muchos otros aspectos. Dada esta amplitud, es difícil sintetizar el concepto, pero las Naciones Unidas hicieron un buen resumen en los años 80:
"Sostenibilidad significa satisfacer nuestras necesidades sin comprometer la capacidad de las generaciones futuras para satisfacer las suyas propias." Comisión Brundtland de las Naciones Unidas, 1987.
Si desglosamos esto, existen tres factores que deben equilibrarse y nutrirse para políticas sostenibles:
- Personas: equidad social o capital humano, se refiere a prácticas comerciales justas para el trabajo, la comunidad y la región donde opera una empresa.
- Planeta: se refiere a prácticas sostenibles para el medio ambiente que no agoten recursos no renovables ni impacten negativamente en el equilibrio de la vida.
- Lucro: se ocupa del valor económico creado por una organización, incluido el valor creado para la economía en su conjunto, no solo para la empresa.
Las personas, el planeta y el lucro ofrecen una visión más amplia, pero es necesario observar los detalles de las inversiones en prácticas sostenibles.
Las Naciones Unidas tienen 17 objetivos para un futuro sostenible, conocidos como SDGs. No deben leerse como una lista mutuamente exclusiva y exhaustiva, sino como el análisis de los mayores desafíos para nuestra sociedad.
El impacto de la robótica industrial tradicional en la sostenibilidad.
Nature, la renombrada revista científica, publicó recientemente una revisión sobre robótica industrial tradicional y su capacidad para impactar en los SDGs realizada por 100 expertos. En general, el panel fue muy positivo, diciendo que la robótica tendría efectos positivos en la mayoría de los ODS.
En particular, predijeron que la robótica reduciría enormemente la pobreza, fomentaría la salud y el bienestar y apoyaría acciones para enfrentar el cambio climático. Excelente, ¿verdad?
Desafortunadamente, los expertos temen que la tecnología robótica impacte negativamente en la desigualdad social y tenga efectos mixtos en la paz.
Pero esto no es sorprendente, ya que los despidos masivos por automatización de líneas por robots industriales tradicionales y el uso de robots militares han estado ganando espacio en los periódicos.
Algunos expertos dicen que los principales riesgos incluyen:
- Refuerzo de desigualdades por impacto en la oferta de empleo en regiones menos favorecidas, donde la población no tiene gran acceso a oportunidades de educación y trabajo.
- Efecto rebote: El aumento de la eficiencia por automatización robótica puede llevar a un mayor consumo por parte de la población, lo que a su vez aumenta el gasto en materias primas y otros factores. Un ejemplo clásico de efecto rebote en la sostenibilidad son las televisiones. Cuanto más eficientes se vuelven, mayores son sus pantallas, lo que anula el impacto en la reducción del consumo de energía.
- El uso de energía de robots industriales tradicionales es muy alto, llegando a un promedio de 21,000 kWh anualmente. Este número debería disminuir con mejoras en el diseño, modelos de suministro de energía dinámicos y otros parámetros, pero aún genera un gran impacto en las medidas eco-sostenibles.
Aunque la robótica industrial tradicional pueda tener este impacto negativo, existe una manera de contrarrestar estos efectos utilizando las principales novedades en el sector de la robótica para generar mejores resultados. Al final del artículo, descubrirás cuáles son, así que sigue leyendo.
¿Cómo puede la robótica hacer el mundo más sostenible?
Hay dos maneras en que la robótica puede ayudar a llevar la sostenibilidad a las fábricas: gradual y revolucionaria.
En el aspecto gradual, hablamos de iniciativas que hacen el status quo más sostenible a través de cambios y optimizaciones en lo que ya se hace. Para lo revolucionario, abordamos iniciativas e innovaciones que buscan un cambio de paradigma en lo sostenible.
A continuación, una explicación un poco más profunda sobre esto.
Cambios Graduales
La mayoría de las empresas adoptarán cambios graduales en sus políticas de sostenibilidad, incluida la adopción de tecnologías robóticas.
La mayor parte del tiempo, las fábricas invierten en automatización para generar más ganancias y mejorar las condiciones de trabajo para su gente. Como los 3 pilares de la sostenibilidad (aquellos que definimos al principio del artículo) están interconectados, cambiar las estrategias para generar ganancias también puede afectar a las personas y al planeta.
Cambios revolucionarios
Los cambios revolucionarios tienen impacto dentro de las organizaciones cuando sus ganancias son lo suficientemente altas para justificar el riesgo de invertir en una tecnología aún no validada por el mercado.
Cada empresa tiene su manera de evaluar cuánto puede arriesgar en una tecnología revolucionaria y cuáles deben ser las promesas de retorno para justificar ese cambio, lo cual puede ser impactado por el estilo de gestión, los indicadores de productividad en empresas e industrias, entre otros.
Los cambios revolucionarios tienen un alto costo inicial, pero quienes se quedan atrás en la adopción terminan perdiendo potencial competitivo, ya que los competidores ganan impulso con estas iniciativas.
- Lea también: Robot Inteligente: ¿qué es y cuáles son las características de los que son utilizados en la industria?
La robótica colaborativa como parte de la industria sostenible.
Los robots colaborativos, o cobots, son soluciones en automatización industrial diseñadas para tareas monótonas, repetitivas, poco ergonómicas y, a menudo, peligrosas realizadas por trabajadores en la línea de producción.
De esta manera, se diferencian inmediatamente de la automatización industrial tradicional porque su objetivo principal es trabajar con humanos en la línea, asumiendo tareas con las características ya mencionadas y liberando a los trabajadores para posiciones de mayor valor agregado (como la propia operación de los robots, por ejemplo).
Entre estas tareas, podemos mencionar procesos de soldadura, paletización, bin picking, inspección de calidad, atornillado, montaje, alimentación de máquinas CNC y muchas otras más.
Los cobots pueden formar parte de la robótica sostenible porque son más precisos, eficientes y confiables que los humanos. No necesitan descanso para realizar sus tareas y, una vez programados, repiten la misma acción sin errores.
Así, reducen la cantidad de errores y desperdicios en línea, optimizando el uso de materias primas.
Además, los robots colaborativos tienen poco impacto en el suelo de la fábrica, ya que, después de una evaluación de riesgos, pueden operar la mayoría de las veces sin el uso de celdas de seguridad, lo que reduce la necesidad de inversiones en infraestructura y cambios en el diseño de la fábrica.
Por último, cobots como los de Universal Robots no tienen altas necesidades energéticas y pueden operar conectados a enchufes comunes, lo que reduce el impacto en el consumo de energía por parte de las industrias.
Para comparación, los cobots consumen en promedio 500W, mientras que los robots industriales convencionales gastan en promedio 2500W.
Gracias a todo esto y muchos otros beneficios, los robots colaborativos se muestran como la inversión correcta para empresas que quieren aumentar la productividad y confiabilidad, reducir el desperdicio y superar desafíos de falta de mano de obra cualificada en algunas partes del mundo.
De esta manera, se convierten en la inversión correcta para las fábricas en busca de soluciones de robótica sostenible que también entreguen valor y cambios relevantes en los indicadores de productividad industrial.
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