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«Podemos vincular varios robots entre sí y controlar las conexiones del TCP y el estado del robot mediante Modbus. También podemos transferir información a otros paquetes de software y recopilar datos. Nos abre muchas puertas para hacer muchísimas cosas que recién empezamos a considerar», afirma el ingeniero jefe de SFEG, Jamie Cook, quien manifestó que el tiempo de puesta en práctica representa entre un tercio y la mitad del tiempo en comparación con experiencias previas con otros robots.
Una de las nuevas aplicaciones que utilizan ahora los robots de UR para recopilar datos se utiliza en las pruebas en vivo de los diseños nuevos, donde se coloca un pequeño motor fabricado en SFEG en el producto del cliente.
El robot enciende y apaga el interruptor del producto, lo deja en funcionamiento durante un minuto, lo apaga durante 30 segundos y repite esta tarea durante 400 horas. El robot recopila los datos necesarios para analizar, por ejemplo, el amperaje máximo, el amperaje medio y el número de ciclos completos, y luego transmite esos datos a una base de almacenamiento.
«Es una forma rápida de realizar las pruebas del ciclo de vida. No tuvimos que configurar demasiados equipos; solo tardamos alrededor de cinco minutos en crear el programa inicial», comenta Matt Bush.
«También nos ha permitido involucrar en la prueba a nuestros clientes, y están entusiasmados, porque ven que utilizamos nuevas tecnologías para poner nuestro diseño en producción en menos tiempo. Nos da una ventaja sobre nuestros competidores que se encuentran a miles de kilómetros de distancia, en los países productores de bajo coste. Ahora estamos ganando pedidos a nuestros competidores chinos y recuperando trabajo que antes se realizaba en China».
Otra tarea que ahora realiza la flota de robots móviles de UR es la de colocar epoxi en las placas de circuitos.
«Antes, los empleados ensamblaban un lote enorme de placas de circuitos, las llenaban manualmente con dos partes de epoxi y las enviaban a la línea de curado. Ahora, el robot hace esa tarea durante todo el día, lo que nos permite fabricar en flujos de una sola pieza», afirma Bush.
«Este es un ejemplo de algo que no se podría hacer con un robot fijo, ya que tendríamos que sacar y meter el robot en la celda todos los días para desmontar la máquina de epoxi y limpiar la celda», afirma el director de Operaciones.
«Ahora queremos asegurarnos de que todos nuestros diseños nuevos puedan ensamblarse con un robot. Si no podemos ensamblarlo con un robot, tendremos que volver a la mesa de dibujo e intentarlo de nuevo».